LA IMAGINACIÓN DIGITAL DE LOS LETO:

Hace dos semanas reseñé 'Save Rock and Roll', de Fall Out Boy. Se le restaron méritos por ser una placa sobreproducida. Por suerte, esta semana escuchamos una producción que hace uso de recursos tecnológicos bajo el amparo del buen gusto. Si Fall Out Boy se ahogó en un mar de tecnología, 30 Seconds To Mars la utilizó para crear un robot en 'Love, Lust, Faith + Dreams'. El título hace referencia a los diferentes movimientos o capítulos de la obra. Una voz femenina, como en cada cambio de movimiento, da la bienvenida al primero (Love) que se inicia con la corta canción Birth. Una percusión menor y sonidos orquestales apoyan la voz de Jared Letto. La batería y un bajo distorsionado entran a mitad de la obra solo para inyectar fuerza antes del poderoso tema Conquistador. La guitarra tiene un aire que recuerda al hard rock de los 70, específicamente a T-Rex, pero sobre esa base hay una serie de sintetizadores analógicos con un bajo capaz de destrozar cajas torácicas. También se suman los coros (uno de los elementos repetitivos y algo molestos del álbum) que fueron grabados por un grupo de fanáticos del grupo. Así se cierra el primer episodio y se da paso a Lust. Los teclados dominan el sonido de Up In the Air. Coquetean con el dance pero la batería no pierde la fe en la fuerza que busca el destiempo, algo que puede inquietar al que pensó que podía bailar. En este episodio, se destaca el diseño de sonido. Algo que extrañarán los que gustaron del disco 'A Beautiful Lie', el segundo del grupo, son las guitarras pues se relegaron a un plano secundario. Sin embargo, la composición es inspirada y temas como City of Angels y The Race, pueden conectarse con la sensibilidad guitarrística de bajos con mucho peso en las frecuencias graves. En End of All Days, la dinámica de un piano con eco espacial lleva a Letto a la mejor interpretación del disco. La balada podía sonar bien en su estado más simple, pero el revestimiento le da una dimensión acorde a la generación 2.0, sin restarle sensibilidad. A continuación, Pires of Varnasi, parece haber salido de la imaginación de Vangelis para algún filme de ciencia ficción. Es una mezcla de darkwave y filmscore con el detalle de una voz que apela a los microtonos, como en oriente. "Tiempo para vivir, tiempo para amar" es la línea que resuena con fuerza de 'fe' en Bright Lights, el tema con pijama ochentera que incluso tiene un puente extrañamente similar a Girls Wanna Have Fun de Cindy Lauper. La vibra alegre continúa con Do or Die, bajo una instrumentación que pudo sostener un tema de Black Eyed Peas con David Guetta. Le sigue el único tema de Shanon Letto, el segundo al mando en la banda. Covergence quita toda la sacarina de este movimiento. Logra balancear los antecedentes con ondas de Tangerine Dream, una leyenda del rock progresivo. El último capítulo, Dreams, es influenciado por el hip-hop de la década anterior. Lo robótico de la instrumentación en Northern Lights contrasta con los arreglos orquestales y la siempre cálida voz de Letto; su único eslabón con la aspereza del rock de guitarra. La placa culmina con un experimento sónico llamado Depuis le Debut. Con tres micropartes, el tema juega con lo acústico, sinfónico y lúdico; lo que hace pensar que a futuro la banda no estará rendida ante lo digital. Más datos El álbum fue lanzado el 21 de mayo de este año. El primer sencillo fue Up in the Air y se lo estrenó en el despegue de una misión de la Agencia Espacial NASA. El arte del CD fue diseñado por el artista británico Damien Hirst.

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